LO QUE PASA EN LAS VEGAS, NO SE QUEDA EN LAS VEGAS
Casarse en Las Vegas no es un “juego” ni un matrimonio de mentira. Aunque el entorno sea festivo y lleno de improvisación, las bodas celebradas allí se realizan ante una autoridad competente y son matrimonios civiles plenamente válidos, siempre que se cumplan los requisitos legales (licencia de matrimonio, identificación, capacidad, etc.), lo que en la práctica sucede en la mayoría de los casos.
Esto significa que, si te casas allí, aunque sea vestido de Elvis o de Marilyn, no puedes pensar que el matrimonio no tiene efectos. Los tiene, y son exactamente los mismos que si te casaras en una oficina del registro civil “seria” de tu país.
Ante todo, nace un vínculo matrimonial con efectos personales (deberes entre cónyuges, régimen de convivencia, etc.). Asimismo, se generan posibles efectos económicos (régimen económico matrimonial, derechos sobre bienes, posibles pensiones compensatorias en caso de divorcio…).
En consecuencia, para dejar de estar casado no basta con “ignorar” la boda, ni decir que fue una broma, hará falta un procedimiento de separación o divorcio, conforme a la ley aplicable.
Además, al tratarse de un matrimonio contraído legalmente en Estados Unidos, a efectos del ordenamiento estadounidense sigues casado allí, hasta que exista una resolución válida de divorcio o anulación. Es decir, no es una ceremonia simbólica ni “de broma”; es un acto jurídico con consecuencias reales, que pueden resultar muy poco agradables si después se intenta rehacer la vida sentimental o económica como si nada hubiera pasado, o incluso si pretendes visitar Estados Unidos y en tu solicitud del ESTA indicas que eres soltero, cuando para ellos constarás como casado.
Por todo ello, antes de “casarse por diversión” en Las Vegas, o en cualquier otro país donde las bodas se celebren válidamente, por muy exóticas que parezcan, es esencial tener toda la información y ser consciente de que se está asumiendo un compromiso jurídico auténtico, con efectos dentro del propio país y, en muchos casos, también en otros estados que reconocen ese tipo de matrimonios válidamente celebrados en el extranjero.
María José Esteban López
Abogada.